Y es que ayer, tomando café con "L" en una cafetería del Centre Ville, tras mi monólogo basado en su totalidad en La Guerra de las Galaxias, no sé cómo, acabamos hablando del suicidio. Supongo que, por la cara que puso, le resultaría extremadamente sorprendente que tuviese elegida la manera de mi muerte si algún día tuviese que optar por ese camino. Ya saben, una buena dosis intravenosa de Pentobarbital Sódico, y a dormir como un angelito.
Cualquier día de estos la pobre va a salir huyendo...
Aunque pensándolo bien, siempre me lleva a las cafeterías más caras de Liège. No sé, quizás incluso a mi bolsillo le convendría su hipotética maniobra de evasión.
1 turistas:
Bueno, una vez alguien me dijo que la mayoría de la gente no le tiene miedo a la muerte...sino a sufrir. Incluso aquellos que padecen depresión confiesan que no es que tengan ganas de morir, sino de dormir y no despertarse nunca más.Sin embargo, j, no te preocupes en gastar tiempo pensando en la "mejor manera de"...Al fin y al cabo, la vida nos reserva un modo y manera de terminar nuestros días aquí. Quizás muchos puedan pensar que escoger ellos la manera de llegar al fin es un modo de burlar a la propia vida. Pero honestamente, no lo es. Los días están ya contados.Así que mejor será aprovecharlos. Un saludo.
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