[«...es importante... lo has descubierto ya...»]
¿Dónde estará?
No lo encuentro. Miro en todas direcciones. No está. Me levanto del sillón. Tengo sed. Con cuidado, me abro paso por la habitación tratando de no pisar los cuerpos que yacen sobre la alfombra. Joder; otra vez se han dejado fuera el bote de Nesquick. Abro el armario para guardarlo. Lo veo: "ahí está, ¿cómo habrá llegado hasta aquí?"
[«…vuelvo a pensar sólo en mí…»]
Regreso a la butaca con una taza en la mano. Enciendo un Gauloise que acabo de liar. Miro al techo. Hay una enorme telaraña que se mueve al ritmo de El Hombre Burbuja. "Debería limpiar la mierda del techo". (Pausa dramática para pensar cómo demonios me las arreglo para subir tan alto).
[«…no fui tan cruel, eras tú quien más daño hacía…»]
Me gusta mirar el humo que sale de mis entrañas.
[«…serás medicina, mi salvavidas»…»]
"E" me está mirando. Hace una mueca; algo parecido a una sonrisa, aunque sin serlo. No sé muy bien por qué, pero de inmediato me doy cuenta de que no lo es. Se pone en pie y susurra algo desde lejos. No entiendo lo que dice. O mejor dicho, lo entiendo, pero no sé por qué lo dice.
Yo también me pongo en pie (Dios sabe la cara de idiota que se me queda). Se acerca. Esquiva el cuerpo que hay en el suelo entre los dos y me abraza.
[«…nunca creí en los astros ni en tus pamplinas…»]
Tiembla.
[«...cambias, ahora cambias…»]
Se separa de mí. Veo lágrimas en sus ojos. Me da las gracias y se limpia la cara con su jersey morado. Vuelvo a sentarme en la butaca. El disco cambia de pista. "A" se ha despertado.
Así que ves fantasmas...
{"Telarañas" - J.}
2 turistas:
Como fuera de Espagna no existe el cola-cao nos tenemos que conformar con el nesquick, no?
Los que vivimos en piso sabemos que limpiar es duro... :P
Publicar un comentario