Hay una fiesta en mi piso de estudiantes del barrio del Brillante, en mi ciudad natal. Espero a una docena de amigos, pero conforme van entrando por la puerta, descubro que se han tomado la libertad de invitar a quien les ha parecido. Poco a poco, decenas de Erasmus posan sus culos extranjeros sobre el forro rojo de mis sillones y se beben mis cervezas de bajo presupuesto. Mi casa es igual a la de Nancho Novo en "Astronautas". Sobre la mesa de la cocina, un tubo elástico de goma y una jeringuilla con los restos de la heroína que acabo de inyectarme. No puedo más. Necesito salir. La verdadera vida es ausente. Yo no soy yo. Yo soy otro.
Salgo de la casa totalmente colocado, acompañado de, "E", "P" y su primo el catalán. Pero en ese momento no es primo suyo, sino mío. Pienso que merezco morirme por estar emparentado con un puto catalán. Mientras sigo maldiciendo en voz alta en la puerta del Carrefour, sale de la nada el autobús urbano número 13. "P" se monta y todos hacemos lo mismo. Repto por el suelo buscando un asiento. A mi lado, "J" (el auténtico, el de Los Planetas) le canta al oído al cantante de Lori Meyers. Por la melodía intuyo que se trata de "Toxicosmos", aunque no lo sé con certeza porque, como siempre, desafina. Cuidado, Noni. Creo que "J" quiere tema. Como te descuides, esta noche comes caliente. Jodidos indies de mierda, hoy que estoy colocado vais limpios, como toda esa escoria humana que transita las calles.
Tengo que volver a mi casa. Pero a mi casa, la de verdad. Intento recordar la parada, pero el autobús sólo da vueltas y vueltas a la misma manzana y vuelve a pararse en el puto Carrefour. Me cago en mi calavera. Desesperado, decido ir andando y me bajo del autobús en marcha. De repente, oigo a alguien gritar desde mis entrañas y siento un dolor horrible en el costado. Voy a morir. Abro como puedo el bolsillo de mi chaqueta de pana y de él, increíblemente sale "Sh". Esta enfadada. Me llama yonki de mierda y me abofetea. Le digo que se vaya al carajo, y que escuchar a La Casa Azul la está volviendo gilipollas, pero no logro terminar la frase porque me despierto sudando.
Son las 4 de la mañana. No me he movido de Liège en ningún momento. Estoy en la misma cama deshecha de todas las noches. Debería cambiar las sábanas. Lo primero que me viene a la cabeza es que a mí también me gusta La Casa Azul. El subsconciente es un arma de doble filo. Y la venganza se sirve fría, cuanto más, mejor.
Pero... seamos realistas. Después de beberse 8 latas de Guinness, ¿quién es capaz de mantener la cordura?
Pueden ustedes tirar la primera piedra.
5 turistas:
Que tengas buenas noches hoy,
y malos sueños para quien
prefiera tenerte muerta
que no tenerte nada,
que yo te siento cerca
y no quiero más nada
que destruir la fortaleza
que tapia tu casa.
Que hoy tengas dulces sueños,
que aquí alguien no descansa,
pensando cómo rescatarte
de tan siniestras garras.
Que a mí me gustaría ser
el graduado que te secuestrara,
y huir en autobuses,
y usar cruces como espadas.
Que hoy tengas dulces sueños,
que aquí alguien no descansa,
pensando cómo rescatarte
de tan siniestras garras.
Que hoy tengas dulces sueños,
que aquí alguien no descansa,
pensando cómo rescatarte
de tan siniestras garras.
vaya paranoia ... la cerveza es lo que tiene ...
vaya paranoia ... la cerveza es lo que tiene ...
mezclar sueño y cervezas despierta al subconsciente más cabrón...
gracias por visitar mi blog.
volvere por aqui!
saludos!
Publicar un comentario